El alcalde Pedro Congosto con equipo de gobierno al completo no quisieron perderse la fiesta de San Sebastián que con tanto cariño preparan los vecinos de su ermita.
Tras dos años de obligado parón, la última fiesta fue en 2020, se notaba que había ganas de retomar la fiesta en este 2023 y de dejar claro que los vecinos del barrio están dispuestos a colaborar para que no se pierda nunca la tradición.
La misa, la bendición de las rosquillas y naranjas, la procesión por la calle Toledo hasta llegar a la ermita donde se ofreció un animado refresco con una charanga que puso a muchos a bailar. Una buena noticia comentaron al finalizar los organizadores: “hemos vendido todas las rosquillas y naranjas que teníamos”, lo que da buena muestra de los muchos santaolalleros que se acercaron hasta la ermita.
Gracias a todos por mantener la tradición de San Sebastián, colaborar con vosotros siempre es un placer.